"Como el sediento que en el sueño
quiere beber y agota formas de agua que
no lo sacia y perece abrasado por la sed
en medio de un rio: asi Venus engaña a
los amantes con simulacros, y la vista de
un cuerpo no les da hartura, y nada pueden
desprender o guardar, aunque las
manos indecisas y mutuas recorran todo
el cuerpo. Al fin, cuando en los cuerpos
hay presagios de dichas y Venus está a
punto de sembrar los cuerpos de la mujer,
los amantes se aprietan con ansiedad,
diente amoroso contra diente; del todo
en vano, ya que no alcanza a perderse
en el otro ni a ser un mismo ser"
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